La convivencia de distintas culturas en un mismo espacio geográfico llena de vida la ciudad. La enriquece culturalmente a partir de las diferentes maneras de mirar y vivir la realidad.

En Barcelona hay más de 1,60 millones de personas con distintos idiomas, etnias, religiones, expresiones artísticas, valores y gastronomía. La forma en la que vemos y entendemos el mundo, entre muchas otras cosas, que hacen única a esta ciudad.

La aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha supuesto el reconocimiento, por parte de la comunidad internacional, del papel fundamental que desempeña la cultura como motor de cambio y desarrollo. La consecución de los 17 objetivos propuestos será posible con el aprovechamiento de la fuerza y el potencial creativo que emanan de la diversidad de culturas de la humanidad y del diálogo constante para garantizar que todos los miembros de la sociedad se beneficien del desarrollo.

Necesitamos darnos cuenta que la diversidad es importante para cada ciudad. Que en la actualidad se ha desarrollado gracias al trabajo, a distintos sucesos históricos, políticos y sociales, también a la tecnología, lo que ha supuesto la unión de diferentes culturas. Pero si nos remontamos a tiempos pasados, la diversidad existe desde los procesos de invasiones, batallas y conquistas de nuevos territorios, por ejemplo, donde se produjo el encuentro de personas de distintas procedencias.

La diversidad cultural es una realidad y ha permitido el desarrollo de nuevos conocimientos que han hecho posible iniciar encuentro con otras personas. Es necesaria la existencia de voluntad, respeto, tolerancia y comprensión de los distintos grupos que conviven en un espacio geográfico, ya sea, un país, una región, una ciudad y hasta un conjunto residencial.

El desarrollo industrial y tecnológico ha impulsado la diversidad, puesto que ha sido motivo de las migraciones buscando mejores oportunidades laborales o la relocalización de algunos puestos de trabajo. Las actividades económicas y políticas también han contribuido en la diversidad cultural. Simultáneamente, el reconocimiento de la diversidad cultural, mediante la utilización innovadora de los medios y de las TIC en particular, lleva al diálogo entre civilizaciones y culturas, al respeto y a la comprensión.

La superación de la división entre las culturas es urgente y necesaria para la paz, la estabilidad y el desarrollo. Es necesario situar el foco en la riqueza de la diversidad, teniendo en cuenta el valor intrínseco que posee para el desarrollo, la cohesión social y la paz. La diversidad cultural es un motor para el desarrollo, tanto en clave de crecimiento económico como de enriquecimiento vital a nivel intelectual, afectivo, moral y espiritual. La diversidad cultural es un elemento indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible.

Somos Let’s Live Barcelona.